
El efecto látigo es uno de los principales causantes de las inestabilidades en el proceso de gestión de demanda que se producen a lo largo de la cadena de suministro.
Este efecto se identifica con un escenario en el que las órdenes al proveedor tienden a tener fluctuaciones más grandes que las ventas al comprador y la distorsión se propaga hacia arriba en una cadena de suministro de forma amplificada.
Ante la incertidumbre y el “efecto látigo” que generan las cadenas de suministro, las empresas minoristas, particularmente, se encuentran lidiando con un alto nivel de inventario.
Este efecto es más común en la industria logística, causando grandes retrasos que derivan
de un cambio en la demanda, aumentos en el inventario y cambios en los hábitos de los compradores, todo ello de manera desproporcionada y haciendo de la cadena de suministro un mundo resistente.

En México, el desabasto de mercancías del sector minorista llegó a un 3.5% en el primer semestre del 2022 y suma pérdidas por 6 mil 600 millones de pesos. Las principales causas del desabasto son: el producto se queda en la bodega; stock insuficiente; no hay pedido de resurtido local y la mercancía no está catalogada.
Mientras tanto en EE.UU., los minoristas más reconocidos ya han anunciado que las ganancias se verán afectadas a corto plazo mientras intentan mantener sus niveles de inventario en línea con la demanda del mercado.
Maersk ha emitido cuatro principales recomendaciones para las empresas:
Investigar y aprender por qué ocurren los cambios en la demanda y su contexto
Minimizar la complejidad en la cadena de suministro por medio de una mejor comunicación que permita respuestas fluidas y continuas
Comprender y mejorar la visibilidad del inventario
Disminuir los plazos de entrega: la automatización y la localización son dos soluciones clave para que el inventario fluya en los almacenes
“Estas acciones no eliminarán el efecto látigo, pero lo minimizan. Es imposible predecir un cambio en el comportamiento de los clientes y su impacto en el mercado. La motivación es intentar que los almacenes sean lo más eficientes, ágiles y rentables posible”, refirió.
Los minoristas están sobrecargados de inventario, con un incremento de 40% del catálogo respecto al año pasado. Y si bien la demanda se ha ido recuperando lentamente, los almacenes están saturados, de manera que los minoristas necesitan idear estrategias para deshacerse de los excedentes, lo que, a su vez, tiene un impacto negativo en sus márgenes.
Fuente: Info-transportes
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